Después de haberse enterado que su madre pasaría Año Nuevo en París, Ariel había pedido como regalo especial poder alcanzarla un día después. Quería pasar tiempo con su mejor amigo, Kit. Lo extrañaba demasiado, sobretodo se sentía melancólica por no haber pasado la navidad junto a él y a su sobrino, era la primera navidad de la rubia sin Christopher y por esa razón, no podía decidir si estaba feliz o triste. Al verla así, su madre finalmente había decidido dejarla ir.
La menor a las 3:00 am estaba en el terminal de buses boleto en mano, esperando que fuese la hora de partir. Tenía sueño, mucho sueño y los ojos se le cerraban de vez en cuando, pero la emoción de llegar a San Diego al fin la mantuvo despierta.
Mandó un mensaje a su madre. “Te veo en unos días, te amo, ya estoy en el terminal.” Buscó entre sus contactos a Fran, el cual tenía guardado como Lucius. “Holaaa, te quiero, te quiero, te quiero. Te veré en unos días. Ya te extraño”, por último, abrió el chat con Aaron, comenzó a escribir y luego lo borró, escribió otra cosa y la borró. Los ojos se le cargaron de lágrimas, el estómago se le vació dejando que un frío horrible se apoderara de sus entrañas. Terminó por guardar el teléfono sintiéndose temblorosa.
Se levantó al escuchar el llamado y caminó hacia la estación, abordó buscando el asiento 12D y ahí se dejó caer, rebuscando en la mochila que llevaba a su muñeca Trapos. Se abrazó con fuerzas a la misma e intentó llamar a Will, pero Will nunca contestó.
Después de un rato se quedó dormida en el asiento.