Y va de cuento:
Había una vez en un lugar muy muy lejano un grupo de siete pequeños hombrecitos que habitaban la misma casita en medio del bosque. Eran conocidos como "los siete enanos" y vivían de la extracción de carbón en una mina cercana. Todas las mañanas después de desayunar frugal y saludablemente se enfilaban, literalmente, hacia la mina fuente de sus ingresos con tal ánimo y entusiasmo que lo hacían cantando. Lo mismo ocurría cuando de la mina regresaban a su pequeña pero acogedora casita. Una desafortunada mañana, cuando ya los siete pequeños mineros se encontraban laborando al interior de la mina, una liberación de gas produjo una terrible explosión. La gente de las aldeas cercanas comenzaron a llegar a las inmediaciones de la mina temiendo lo peor toda vez que los siete enanitos gozaban de las simpatías de todos. Se organizaron brigadas de rescate que fueron retirando una a una las piedras que obstruían la entrada a la mina. De pronto se alcanzó a escuchar desde el fondo de la mina una vocecita que gritaba..."¡estaríamos mejor con ya sabes quién...es un honor estar con Obrador...! Los rescatistas se abrazaron con júbilo y uno de ellos exclamó..."¡al menos Tontín está bien...!