Asunto: VenEconomia- El arsenal en llamas- Enero 31, 2011
VenEconomia- Enero 31, 2011
El arsenal en llamas
La madrugada de este domingo 30 de enero, una descomunal explosión desató un impresionante incendio en cuatro, de los 32, depósitos de la estatal Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM), en un centro poblado de Maracay, Estado Aragua.
El siniestro dejó el saldo de una ciudadana muerta, otras tres personas heridas y unas 6.500 familias afectadas y desalojadas de sus viviendas. A pesar de esta lamentable pérdida de vida de una venezolana, así como de las cuantiosas pérdidas económicas y materiales, el país puede considerarse afortunado de que las cosas no pasaran a mayores. Si la explosión de CAVIM hubiese sido en horas laborales y de mayor tráfico las pérdidas humanas podrían sumar decenas.
Incluso, hasta los momentos el peligro de nuevos accidentes sigue latente, dado que la explosión podría haber dispersado diversos tipos de municiones, armamentos, o fragmentos de ellos en varios metros a la redonda. De allí el llamado del Gobierno, a que la ciudadanía reporte a las autoridades cualquier material de esa naturaleza en las zonas aledañas y que se abstengan de manipularlos.
El vicepresidente de la República, Elías Jaua, anunció a las pocas horas que ya fueron "activados los servicios de inteligencia del Estado a fin de clarificar las causas que produjeron el siniestro".
Sin embargo, lo más trascendente ya no es que se determine algún día si fue negligencia, impericia o ineficiencia, o que de nuevo se aduzca que fue la mano del imperialismo. Lo que sí se debería esclarecer en este caso es como el Ministerio de la Defensa, el de Interior y Justicia, del Ambiente y otros entes relacionados, han permitido que siguiera funcionando un arsenal de este calibre rodeado de zonas urbanas.
Puede aducirse que cuando se instaló CAVIM en las afueras de Maracay, esa zona no estaba poblada. Sin embargo, lo cierto es que al crecer la ciudad y acercarse urbanizaciones y barriadas a estas instalaciones de alto riesgo, era obligación del Gobierno reubicar estos almacenes en zonas seguras.
Es de pensar, que ahora ante la evidencia de la amenaza latente que significa la convivencia de armas con población, y ante el anuncio del Presidente de que se construirían viviendas en esa zona, el Gobierno tome las previsiones de sacar primero a CAVIM antes de seguir urbanizando a su alrededor.
También cabe esperar que este lamentable accidente no sirva de excusa para redoblar la compra de armas.