[UPLA-VEN_Ccs] ALEXANDER CAMBERO | EL UNIVERSAL ¿Hombres de armas o fanáticos de rodillas?
RecibidosX
R@f@el
¿Hombres de armas o fanáticos de rodillas?
ALEXANDER CAMBERO | EL UNIVERSAL
miércoles 17 de noviembre de 2010 12:19 PM
Las insólitas declaraciones del ahora General en Jefe y guía del Comando Estratégico Operacional (CEO), Henry Rangel Silva, acerca de la subordinación total de las Fuerzas Armadas al proyecto hegemónico de Hugo Chávez, y su pretensión de convertirnos en esclavos de una doctrina del terror, no sólo constituyen un delito. Es la aceptación del grado de deshonestidad que corroe los estamentos de esas instituciones, que en otrora, formaban parte de nuestras mejores reservas morales. Reducir el espíritu de unidad nacional, que debe prevalecer en la acción militar, es algo grotesco, aceptar que defienden la postura política del gobierno y que no consentirían una posible victoria de la oposición en las elecciones del año 2012, es reconocer que sus argumentos son violatorios de la Constitución y las leyes de la República, además de ser un delito por el cual debería ser juzgado. Tenemos que recordar que las fuerzas armadas son una institución sin militancia política, que las mismas están al servicio de la nación y no de intereses particulares. Al premiar a Henry Rangel Silva, el primer magistrado nacional, incurre en un acto de provocación que busca una salida dictatorial. Que nadie pise el peine, anhelan una confrontación en donde puedan justificar una acción represiva. Quieren evitar la victoria de las fuerzas del cambio, por eso tanto resquemor en la lengua fétida miraflorina.
Estas realidades han desvirtuado al uniforme castrense. En el pasado ver un hombre de armas era sinónimo de respeto, el ciudadano común los observaba con simpatía y agrado; soñaba con ver a algunos de sus hijos portando el estandarte de la patria. Hoy, en muchos casos, sienten que aquellos preceptos de honorabilidad se han perdido. Que siempre andan tras una "movida" que les deje múltiples beneficios.
Han desfigurado su rol protagónico como garantes de la soberanía venezolana, al escucharlos sentimos que nos habla un simple militante de un proyecto político, que trata de arrasar con todo aquel que no piense como ellos.
Qué triste ver al uniforme rodar por el piso, ser mero instrumento de seres que descansan su esfuerzo en ser adulantes; verdaderos lamebotas del régimen de turno. El ideario libertario que hizo de las fuerzas armadas un emblema de la nación, es pisoteado por frenéticos incondicionales que se arrastran como las víboras en la búsqueda de algún ratón para la cena.
Es tal su miseria humana, que en muchas guarniciones son los militares cubanos quienes lo manejan todo. ¿Puede existir mayor traición?, no olvidemos cuando los cubanos vinieron aquí a asesinar a soldados venezolanos en la década de los sesenta.
Por otra parte, el inefable general Henry Rangel Silva, es investigado en Estados Unidos por supuestos nexos con el narcotráfico y las FARC, semejante hombre de armas tendrá que explicar muchas cosas, más allá de creerse con el derecho de amenazarnos con el poder de la cacha.
Qué vergüenza sentiría Bolívar de sus herederos. Cómo se llenarían sus pulmones de flema, que aquello por lo que luchó se transformó en el escenario de los peores vicios. Soldados que se subordinan ante gobiernos extranjeros, que dejaron las armas por vender verduras; feroces perseguidores de manifestaciones y hasta crueles vengadores contra las mujeres venezolanas. ¿Recuerdan a muchas de nuestras valientes damas, arrastradas por sus cabellos o a la jueza María Lourdes Afiuni, perseguida como una vulgar delincuente?
Creemos que la mayoría de nuestros militares deploran estas actitudes. En el año 2012, los venezolanos escogeremos entre la democracia y la dictadura, el resultado de la misma tendrá que ser acatado. Las fuerzas armadas tienen que mantenerse al margen del sueño totalitario, es la libertad de pensamiento la principal razón de ser de la Venezuela posible. Ese grupo de adulantes que ennegrece el alma en las guarniciones, debe ser rechazado de manera contundente. ¿No les da vergüenza ser títeres de Hugo Chávez, asi como también, de la elite cubana que vive como reyes en las instalaciones militares?