"Por supuesto, está la mediación del cuerpo del otro, pero a fin de cuentas, el goce será siempre el goce de uno...
Lo sexual no une, separa...
Lo real es que el goce te arrastra lejos, muy lejos del otro.
Lo real es narcisista, el vínculo es imaginario...
En el sexo, a fin de cuentas, uno está en relación con uno mismo en la mediación del otro. El otro te sirve para descubrir lo real del goce.
En el amor, en cambio, la mediación del otro vale por sí misma. Y eso es el encuentro amoroso: uno parte al asalto del otro, a fin de hacerle existir con uno, tal como es.
Mientras que el deseo se dirige en el otro, y de manera siempre un poco fetichista, hacia determinadas partes de su cuerpo... el amor se dirige al ser mismo del otro, al otro tal y como surgió, totalmente armado de su ser, en mi vida tan rota y recompuesta." Badiou-Lacan