Nos cuenta ese prolijo compendio de cuentos denominado Biblia en Éxodo 11 y 12 que Jehová se dedicó con febril entusiasmo a asesinar a todo primogénito del Faraón para abajo y a toda primera cría animal en Egipto. Lo curioso es que pide a los israelitas poner una señal de sangre en sus puertas para pasar de largo. Un dios bastante idiota sin duda.