Historia:
Mónaco es una ciudad-estado de Europa Occidental. El Principado se encuentra entre el mar Mediterráneo y las bajas estribaciones de los Alpes, en la Riviera francesa. Hace frontera terrestre con Francia y se encuentra en la cercanía de la frontera francesa-italiana.
Allí se conocieron Sarah Elena Karlsen Rottmann y Johnathan Christopher Skriver, mientras estudiaban historia en la Universidad Internacional de Mónaco.
Sarah le ayudó en sus estudios y en consecuencia ambos se enamoraron.
Al pasar los meses estos seguían hablando, enterándose que ambas familias tenían negocios juntos por lo que solían verse la mayoría del tiempo. Con el tiempo, ambos se confesaron su atracción, y meses más tarde confesaron sus sentimientos, que iban más allá de una simple atracción. Ya teniendo dos años de relación, con el consentimiento de sus padres, el joven le pidió matrimonio.
Finalmente, a los tres años de casados nació la pequeña Audrey un 13 de mayo del 1996, la niña fue recibida con mucho amor en la familia.
Audrey se crió en una espaciosa mansión de estilo clásico a las afueras de Montecarlo, rodeada de lujos. A pesar de las comodidades, los lujos y las excentricidades a su alcance, Audrey creció como una joven sencilla, educada y con un don humano digno de admirar.
Se mudo a Los Ángeles por cuestiones de estudio, sus padres le pagaron una casa, para poder probar la conocida "independencia"; luego terminando en New York, en la universidad de Columbia.
Personalidad:
Se le ve como una chica con un corazón muy grande, se preocupa mucho por la gente a la que quiere.
Es simpática con la gente que está conociendo. No le gustan las páginas web de citas y no se impresiona fácilmente con los jóvenes.
Curiosidades:
⇢ Fue aceptada en el programa de teatro musical en Millikan Performing Arts Academy, dejándolo meses después.
⇢ Su segundo nombre al ser de chico, no le gusta para nada.
Prueba de rol:
La rubia sonrío ampliamente ante el recuerdo de las navidades que había pasado en Mónaco junto a su familia, nada se le compraba, está sería la primera navidad que pasaría sin ellos por lo que sentía una gran melancolía.
Sentándose en un banquillo en un bar cercano a la que sería su próxima universidad pidió un vaso de whiskey para luego retractarse de la decisión y salir de aquel lugar.
Al llegar a su apartamento se desvistió, quedando solamente en su ropa interior, para luego sentarse en el gran sillón que se encontraba en su estudio; ahí estaba, frente a la pared que tenía en pequeños marcos muchas fotografías familiares y con amistades, especialmente la gran fotografía familiar que le causaba tanto dolor, tenía alrededor de unos ocho años, cabello rubio alborotado, mejillas rosadas, ojos llenos de pureza y un rosado y esponjoso vestido que su madre le había hecho usar, sus padres sonreían ampliamente y su hermano aún vivía.
Dejó escapar una lagrima ante aquel recuerdo, la nostalgia que sentía era más grande y fuerte que ella, soltó una gran bocanada de aire y quito las lagrimas de sus mejillas, las cuales no se había dado cuenta que había estado derramando todo este tiempo.
Necesitaba dormir, tomó un bote de pastillas para poder dormir, medicadas por un psiquiatra, junto a un vaso de agua y caminó en dirección a su habitación, así dejándose caer en la cama, tratando de caer en los brazos de morfeo.