No Endosable ... " LAS PROFECÍAS DE NOSTRADAMUS, GADAFFI Y LAS TROMPETAS DE JERICÓ " Por Antonio Sánchez García
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LAS PROFECÍAS DE NOSTRADAMUS, GADAFFI Y LAS TROMPETAS DE JERICÓ
Contrariamente a lo que sostiene la dirigencia opositora, el hecho de que el régimen neo dictatorial del teniente coronel haya llegado hasta aquí no es culpa de quienes marcharon a Miraflores. Es culpa de una dirigencia que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias.
Por Antonio Sánchez García
Todos los vientos que sembrara Muammar al-Gadaffi en 42 años de tiranía y crueldad comienza a cosecharlo en tempestades. Las manos blandas con las que lo ha tratado el imperio durante cuarenta y dos años de vileza, que le permitieran hacer con los sufridos naturales de ese país lo que le viniera en ganas, comienzan a endurecerse. La cuerda que estirara a su antojo para ahorcar a quienes se le opusieran, empieza a romperse. Al parecer y según todos los indicios, se acabó lo que se le daba. Terminó Gadaffi.
No es producto de un súbito reblandecimiento del terror imperial. Tampoco un encantamiento de las cancillerías del Primer Mundo producto del alza del valor moral alcanzado por la defensa de los derechos humanos en las bolsas políticas del mundo. Ni muchísimo menos un ataque de generosidad de las empresas petroleras, que de pronto prefieren la libertad del pueblo libio a los millones de barriles que pueden extraer del desierto gracias a la hipocresía de su intercambio: te entrego el petróleo y no te entrometes en mis asuntos. Por último poco importa Gadaffi a la hora de seguir extrayendo el petróleo libio para los fines del control energético mundial. Lo seguirán extrayendo con o sin el tirano. Sólo un imbécil puede creer que con una pandilla de milicianos o una avanzada de mercenarios cubanos puede torcerle la mano a los Estados Unidos y la OTAN.
Es importante que la oposición venezolana, tan mediocre – Ibsen Martínez dixit – como para haberse enredado en las trapisondas de Alfaro Ucero, haber apostado a un rubia tonta y vararse en los pantanos de un teniente coronel zafio y brutal como el que domina la manija de PDVSA, es decir: del Estado venezolano, comprenda de una buena vez que lo que sucede en Libia no es producto de una resolución de las Naciones Unidas. Es producto de lo que sucedió en Egipto, aconteció en Túnez y hoy amenaza en Yemen, en Bahrein y en todos los reinos de utilería del mundo árabe: un feroz alzamiento popular que recuerda las peores profecías de Nostradamus. Un choque brutal de civilizaciones que unido a la fragilidad de nuestra naturaleza – en Japón sonaron las trompetas de Jericó – podría dar al traste con las ilusiones del fin de la historia y el reino del progreso infinito. Sonaron las alarmas. El mundo desarrollado está asustado.
Fue un tunecino que se roció con gasolina y se inmoló ofrendando su vida para llamar la atención de sus compatriotas quien encendió la mecha de la bomba de injusticias represadas durante siglos de represión y sometimiento en el Medio Oriente. Fue el levantamiento popular de las masas oprimidas la que obligó a la huida de Ben Alí y de Mubarak y arrinconó a Gadaffi hasta obligarlo a mostrar las vísceras de su impudicia y su canallería. La misma que comparte genéticamente con el déspota de Miraflores, que no trepidó en ordenar el asesinato de una veintena de venezolanos – pudieron ser cientos, como en Bengazi - que se hallaron en las cercanías de Miraflores. Un hecho tan repugnante como el bombardeo de Bengazi, y que uno de los herederos de Alfaro Ucero pretende legitimar. Como si asesinar a docena y media de venezolanos y condenar a muerte a otra media docena fuera asunto de coser y cantar. Dizque “porque el 11 de abril hubo un golpe de Estado”.
Contrariamente a lo que sostiene la dirigencia opositora, el hecho de que el régimen neo dictatorial del teniente coronel haya llegado hasta aquí no es culpa de quienes marcharon a Miraflores. Es culpa de una dirigencia que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Y que hoy, en lugar de asumir con decisión, lucidez y coraje la salida del déspota y la reconstrucción del país, trapisondea a ver dónde, cómo y cuándo se pone las pilas. Calculando no cómo sacarlo y hacer de Venezuela una Nación moderna, sino quien heredará las bienhechurías.Chávez debe salir. Y la dictadura debe llegar a su fin. Cada día de retraso en lograrlo, es un día a favor del tirano, al que ya se le ha concedido un año sabático.
Todo lo demás es cuento.
'Todo lo que es necesario para el triunfo del mal, es que los hombres de bien no hagan nada'Edmund Burke
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