Los dictadores y su gente
Posted by: "Alberto Rodriguez" chinorodriguez1710@yahoo.com
Sun Nov 14, 2010 6:06 am (PST)
Los dictadores y su genteSolo entrarán en razón cuando tengan claro que Venezuela no les debe nadaMANUEL CABALLERO | EL UNIVERSAL domingo 14 de noviembre de 2010 12:00 AMEsto que van a leer hoy mis desocupados lectores lo hemos dicho tantas veces, que nada nos extrañaría que se nos acuse de estar brindando un "refrito". En todo caso, ahí va:
El primero de enero de 1959 las campanas se echaron al vuelo en América Latina, más tarde en todo el mundo: había sido derrocada la dictadura de Batista; un ejército de guerrilleros bajaba de la Sierra Maestra y a poco una ciudad en delirio recibiría a un Fidel Castro triunfante, flanqueado por su hermano Raúl, por Camilo Cienfuegos y por el argentino Ernesto Guevara, el Che.
Sino todo lo contrario
Se saludaba el derrocamiento de una tiranía, y se celebraba un movimiento armado que no dirigía un general sino un abogado, que a su lado traía un médico.
Sólo los muy pesimistas entonces pudieron advertir, cuánta razón tenía Georges Orwell cuando decía que no se implanta una dictadura para defender una revolución, sino que se hace una revolución para implantar una dictadura.
Y tal vez cauce mayor asombro si digo ahora que todo lo que sigue no se referirá a Cuba, sino al error que, Insulsa incluido, colocan al general Rangel fuera de la institución o si se prefiere, de la institucionalidad. No es así: ese señor se ha colocado así fuera del género humano.
Tampoco se tome esto como un insulto personal: eso es tan viejo como Rousseau: fuera del contrato social (otros hablan de la ley), solo existe la horda, gregaria y caníbal. Y tampoco se tome esto de forma personal. Lo que diré a continuación sí es un "refrito" de nuestro discurso de incorporación a la Academia de la Historia.
De Cicerón al Premio Nobel
"Aquí hay que traer a cuento una idea que Cicerón expresaba hace más de dos mil años: "Quienes ignoran lo que ha ocurrido en el mundo antes de que nacieran, son siempre como niños".
Tal vez el elocuente orador romano pensaba en la inocencia de los niños; pero no todo es angelical en ellos. Para Lagervist, el escritor sueco que en 1951 obtuvo el Premio Nobel, escribió un cuento sobre uno de esos pueblos de los cuales se podía decir que "no era un país que tenía un ejército, sino un ejército que tenía un país".
Habiendo dominado toda Europa, y cansados sus soldados de no tener enemigos a su medida, decidieron formar un ejército de niños para su ocupación. Al cabo de poco tiempo, los países ocupados rogaban una sola cosa: que les enviasen para dominarlos un ejército de adultos. Porque al contrario de lo que podría pensarse, los niños son conservadores, autoritarios, no suelen rebelarse contra la jerarquía y son capaces de cumplir sin chistar la orden más inhumana.
Crueles y sistemáticos
Son no solo crueles sino sistemáticos en su crueldad: humillan y hasta torturan a los más débiles y se rinden ante el superior, el más fuerte; de quien aceptan sin cuestionar hasta el peor castigo, ante el cual solo tienen el recurso a las lágrimas para impetrar el más humillante perdón.
Pocas veces hemos leído una sátira más certera sobre lo que el fascismo, en especial el alemán, llegó a hacer con su pueblo; pocas veces hemos visto descrito con más vivos colores la empresa que todo fascismo, todo totalitarismo, todo militarismo, emprende con su pueblo: reducirlo al estado de niñez mental".
Seguimos defendiéndolo
Pero no hemos terminado con nuestras defensas del general Rangel Silva. Hay un problema de formación: les han metido en la cabeza que el fundador del ejército nacional fue el Libertador. Nada más falso: el creador del ejercito actual, como columna vertebral del Estado actual moderno fue el general Gómez. Y fue concebido como una fuerza de ocupación, como un ejercito extranjero; obediente solo al látigo del Benemérito. Es lo que algunos analistas alemanes llaman la comunidad carismática. O sea un punto más que lo acerca a la horda obediente solo a la retórica del jefe.
Es todo lo que tendría que decir en defensa de este tipo. Él y sus secuaces solo entrarán en razón cuando tengan claro que Venezuela no les debe nada; que todo lo que son, o lo bueno que podrían ser son ellos los que se lo deben a Venezuela. Es todo lo que tenemos que decir al respecto. Los insultos invéntelos ustedes.
PD: Lo único que no debería decirse de la muerte de Maza Zavala es que sea irreparable. No se debe decirse de un hombre de tan prolongada y fructífera labor docente y escrituraria. Sus miles de alumnos y lectores son el material para reparar la pérdida que deja con su ausencia.
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