Asunto: Los cómplices de las Farc persisten en legitimar al grupo terrorista - Luis VillamarinBuzz u
Análisis del conflicto colombiano
Golpeadas las estructuras directivas, aisladas del mundo, sin asomo de categorización política, las Farc y sus cómplices nacionales e internacionales persisten por todos los medios para salir del listado de grupos terroristas. Los medios son audaces y demandan suma atención del gobierno colombiano.
Para ello recurren a los lineamientos de su Plan Estratégico, a la complicidad de Lula, Correa, Chávez y los demás mandatarios serviles de Fidel Castro, a la propaganda gratuita que les hacen los "colombianos por la paz” y ahora a la jugada de doble carril que pretende legitimar los terroristas y de paso relegitimar a la destituida senadora Piedad Córdoba.
Es de suponer que el gobierno colombiano analizará con pinzas quirúrgicas el ofrecimiento de la liberación unilateral de cinco secuestrados, con la tajante imposición que este “gesto humanitario” será un desagravio a la “agredida” pacifista.
La audaz propuesta de las Farc tiene veneno implícito pues busca obtener réditos políticas y politiqueras desde varios sectores. Uno, para avanzar en la legitimación del grupo terrorista con el padrinazgo de Lula y la “compatriota” Dilma. Dos, para presionar decisiones jurídicas que devuelvan la investidura de senadora Piedad Córdoba, es decir para que de caja de resonancia de la estrategia del grupo terrorista, se legitime como la “abanderada” de la paz.
Tres, para poner al gobierno de Santos contra la pared, máxime que el “nuevo mejor amigo de Santos” hace parte de la farsa, y así Iván Márquez y los demás bandidos que viven en Venezuela, quedarán más tranquilos para seguir en contactos con el Movimiento Bolivariano Clandestino y el gobierno chavista.
Cuatro, para instigar a los familiares de los demás secuestrados a presionar al presidente Santos para que ceda en la negociación. Cinco para evitar que la presión militar del Estado Colombiano llegue a los campamentos de Cano y Catatumbo. Seis, para aliviar la presión internacional que aún no han resuelto Correa y Chávez, derivada de los computadores de Raúl Reyes.
Siete, anticiparse a que el gobierno colombiano, que por politiquería y trastabilleos de falsa diplomacia no ha querido sacar a la luz pública los explosivos secretos de los computadores de Jojoy y Tirofijo, que por razones obvias contienen todos los elementos para la muerte política de las Farc y sus cómplices.
Ocho, la osada propuesta de las Farc coincide con la época navideña, igual que pretendían hace un año cuando secuestraron y degollaron al gobernador del Caquetá, pero ya contaban con la estulticia funcional de un obispo en El Vaticano y la complicidad del gobierno argentino para publicar una película propagandística, y buscar la legitimación política de las Farc .
Las anteriores reflexiones obligan al presidente Santos y a su canciller Holguín a replantear la actitud sumisa frente a Chávez y los demás cómplices de las Farc, pues si no se han dado cuenta, el anuncio de Lula, Kirchner y Mujica de reconocer el estado palestino, es un mensaje claro y concreto para Colombia. Todos los gobernantes del Foro de Sao Paulo comandados por la dictadura cubana, tienen en mente dos pasos claros:
Primero legitimar las Farc como partido político sin el rótulo de terroristas y luego reconocerlos como fuerza beligerante con dominio, lo cual originaría una guerra civil de las Farc y los comunistas latinoamericanos contra Colombia, con el apoyo de los gobiernos pro terroristas del hemisferio. Los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay acaban de confirmar cual es la intención de las Farc y sus cómplices. Entonces, presidente Santos, canciller Holguín, ministros del despacho, congresistas de la república, abran los ojos y no vayan a morder el anzuelo. Aprieten la ofensiva militar, política y diplomática contra las Farc. Está en juego la libertad, el orden y la democracia.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos www.luisvillamarin.com
La luna de miel de Santos con los cómplices de las Farc parecería "pastranizar" la seguridad democrática
Publicado en la revista Semana de Bogotá Colombia el 4 de diciembre de 2010
¿Ingenuidad?, ¿Cinismo?, ¿Hipocresía mutua?, ¿engaño sistemático a los electores de ambos bandos?... Quizás, esto y mucho más se teje por debajo de la mesa. Hay de todo, menos sinceridad ni deseos de los cómplices de las Farc (Lula, Chávez, Correa, Evo, etc) para que por fín llegue la paz a Colombia.
El continente entero sabe quién es Chávez: Bandido, mentiroso, histriónico, patán y traicionero. ¿Quién puede creer entonces, que de la noche a la mañana, este siniestro personaje, peoncillo de Fidel Castro, se volvió honorable, decente, veraz y leal?... En sana lógica, nadie.
Solo lo creen, la estulticia funcional disfrazada de audacia diplomática del presidente Santos y su sumisa canciller Holguín, quienes parecieran no ver, o no querer ver, que detrás del montaje de Unasur de la aparente solidaridad y hermandad, los conjurados de siempre, traman a todo coste, la legitimación de las Farc, para que los comunistas no pasen a segundo plano y para que el creciente desprestigio del grupo terrorista, no haga mella en los planes de la izquierda latinoamericana unida trazados por el Foro de Sao Paulo dirigido por Lula y Castro.
De contera, todo este andamiaje, apunta contra el ex presidente Uribe, al unísono con una corriente de envidiosos y mediocres, que no solo quieren verlo acabado políticamente sino ojalá en una cárcel, y si pudieran, con escarnios públicos propios de la bajeza de quienes no tienen el menor asomo de su estatura como estadista.
Resulta curioso que el sainete de Unasur y la farsa del arreglo diplomático de Ecuador y Venezuela con Colombia, suceda al mismo tiempo que con un sesgo descarado la Revista Semana, concita a algunos historiadores para que de tajo descalifiquen a Bolívar y a Uribe, dos de los mejores y de los pocos presidentes con autoridad y ejecutorias visibles que ha tenido Colombia.
Y al mismo tiempo que la politizada Corte Suprema de Justicia, deje a un lado la payasada y el irrespeto a los colombianos y por fin elija Fiscal General en un día, sin que la elegida sea penalista, supuesto requisito para dilatar por casi un año y medio tal decisión.
Sin duda, esos magistrados encabezados por el docto Arrubla, pastranista por cierto, solo pretendían descalificar a Uribe, y para ello no les importó jugar con la justicia de un país entero. La historia lo dirá. Resulta también extraño pero coincidente, que tan sapiente corte de justicia, no haya juzgado a los bandidos de la Farcpolítica, pese a las pruebas que son abundantes. Por el contrario, algunos de ellos hoy son moralistas por excelencia y acusadores contra Uribe.
A sabiendas de todas las suciedades que se han descubierto del gobierno chavista y del vecino Correa a favor de las Farc y de los comunistas colombianos, no sería una sorpresa confirmar que, la farsa sea manipulada y quien quita, financiada por Chávez en asocio con los cómplices de las Farc desde el Foro de Sao Paulo y Unasur que pareciera ser lo mismo. Y que Inclusive ha servido hasta para que vergüenzas históricas como Ernesto Samper, pontifiquen en lo que carecen.
En ese orden de ideas, ¿quién quita que detrás de la “amabilidad” comunista, se trame “pastranizar” la estrategia de seguridad democrática, volver ala vergüenza histórica del Caguán, dar estatus político a los terroristas para que lancen la ofensiva final acompañados por los gobiernos cómplices; y todo a cambio de quitarle al presidente Santos la orden de captura en Ecuador, “negar” los graves hallazgos de los computadores de Reyes, y meter la cuña socialista en Colombia.
El intercambio de tres desertores de las Farc y el Eln capturados en actos delictivos en Venezuela, por un narco que sabe mucho de la trama chavista; y el “olvido” mutuo de Chávez y Santos, que Iván Márquez, Granda y otros bandidos viven en Venezuela; y, que desde allí, buscan destruir la institucionalidad en Colombia, indican que el plan es aplastar a Uribe y “pastranizar” la Estrategia de Seguridad Democrática. Pareciera ser que con Santos nos metieron gato por liebre.