La caída del Imperio Romano y su lección para Europa



El filósofo George Santayana (1863-1952) dijo una frase que debería estar grabada en la entrada de todos los parlamentos europeos: "Los que no recuerdan la historia están condenados a repetirla."

Lo que ocurre en la Europa de hoy tiene una asombrosa similitud con los eventos que causaron la decadencia y caída del Imperio Romano en los siglos 4 y 5 de esta era.

Comparemos:

Roma durante siglos había estado en constante estado de guerra con tribus germanas que vivían al este del río Rin y al norte del Danubio. No lograron conquistarlos pero si evitaron que entren a su territorio.
Europa durante siglos ha estado en constante estado de guerra con el Islam desde que se fundó el Islam, (e islamizaron todo el Medio Oriente, que hasta ese momento, en su mayor parte, había sido cristiano. Los musulmanes invadieron y conquistaron la península ibérica en el oeste, y la dominaron durante siglos. En el este conquistaron gran parte de Europa, incluyendo lo que en un momento había sido la principal ciudad de la Cristiandad, Constantinopla. La intención de los otomanos era conquistar toda Europa pero fueron derrotados en las puertas de Viena.

Roma dio asilo a las tribus germanas que huían desesperadas por escapar de los hunos, liderados por Atila, que atacaban con ferocidad a todas las tribus que encontraban en su camino. Las tribus imploraron a las autoridades romanas que les permitiesen entrar a su territorio Los romanos aceptaron con la condición de que vinieran sin armas. Una vez que la tribus estuvieron adentro de las fronteras romanas, empezaron a saquear las poblaciones civiles, impulsados por la falta de trabajo y el hambre. En el año 378 el emperador Valens los atacó y fue derrotado en la batalla de Adrianopolis, (9 de agosto del 378), una de las batallas más importantes de la historia porque significó el comienzo del fin del imperio.
Europa ha dado asilo a millones de musulmanes que huyeron para escapar de los fanáticos islámicos de ISIS o para mejorar su situación económica.. Muchos de ellos no están dispuestos a adoptar las costumbres e ideologías democráticas de Europa. Han ocurrido numerosos casos de ataques de islámicos en Francia, Bélgica, España, Gran Bretaña, Holanda y Alemania. Es probable que estos ataques continúen y se vuelvan mas frecuentes.

Roma había perdido su energía y le fue difícil confrontar tribus aguerridas y fanáticas.
Europa¸ a juzgar por la drástica reducción en su índice de fertilidad (que no es suficiente para sustituir a la generación anterior), ha perdido su energía. Su población, cada vez más reducida, será reemplazada por los musulmanes cuyas familias tienen numerosos hijos.

Constantinopla, desde mediados del siglo 5 hasta el siglo 13, era la más grande e importante ciudad de la Cristiandad. Tenía cientos de miles de habitantes en una época cuando Paris tenía sólo 5,000. Hoy, Constantinopla, rebautizada Estambul, es una de las ciudades musulmanas más grandes del mundo, con 14 millones de habitantes.

No es imposible, con ese precedente, concebir que Paris, Londres, Roma, dentro de algunas décadas, se conviertan en ciudades de mayoría musulmana.

En la frase del insigne islamista Bernard Lewis, "Europa está perdida".

Mi Enfoque #610, Octubre 21, 2016 por David Mandel