Hace mucho tiempo mientras pasaba por terribles sufrimientos, alguien me dijo que la humillación ante Dios era la única manera o el único camino que encontraría para que el intercediera en mi vida mejorándola considerablemente, no lo acepté, y solo me pregunté: ¿Por qué Dios tiene que ver a una persona humillarse ante él para poder ayudarle?, veo en todo esto un poco de egoísmo y superioridad innecesaria, el que todo lo puede, que está en todas partes, que siente lo que sentimos pide humillación aun sabiendo lo difícil de la situación, nací como todo ser humano para razonar y antes de razonar siempre hay que dudar y así llegar a una conclusión coherente, esto va en contra de todo, no tiene lógica mucho menos aceptación.
Decidí aun después de todas mis dudas no rendirme y encontrar lo entendible de todo esto en una persona a la que muchos escuchan y aseguran que él es lo que es por su relación con Dios, fui a la iglesia para hablar con el Padre, no tardó mucho en dar aquella misa y cuando esta termino yo seguía sentado viendo lo que él hacía hasta que noto mi presencia, luego se me acerco para preguntarme si quería confesión, -no padre, no necesito una confesión mas solo una explicación, le dije, -¿explicación sobre qué hijo? Me pregunto con una mirada tan calmada y serena, dispuesto a aclarar mis dudas y mucho más, -verá Padre, hay algo que no entiendo de su Dios y es que me han dicho que debo humillarme ante el para que interceda en mi vida y me ayude a mejorar mucho, pero, ¿Por qué tengo que humillarme? Se supone que él es misericordioso y si está aquí y siente lo que yo debería entender y ayudarme aun sin tener que humillarme, -no hijo no es como lo dices, muchos lo ven como humillación otros como lo que en realidad es, -¿y que es Padre?, -es perdón hijo mío, cuando una persona se arrodilla ante él no lo hace por humillarse, lo hace porque le está entregando su vida mediante el perdón, haz de cuenta que alguien te ha hecho daño, que no creía en ti, y cuando al fin llegó el momento en que te necesito vino a buscarte pero no es tan fácil, él tiene que disculparse contigo para que tu sientas que harás bien en ayudarle, para que tu estés seguro que de ese momento en adelante el cambiara y no volverá a ser el mismo contigo, entonces así mismo es con Dios, no te humillas, solo pides perdón por haber vivido alejado de su familia, por haber ignorado cada palabra que mandaba para ti mediante otras personas y más que todo por hacerte daño a ti ya que tu vida es de él, -padre en realidad usted me dio más de la respuesta que necesitaba, no tengo más palabras aun lo asimilo pero esta vez es con aceptación y rendición, he estado alejado mucho tiempo de él y poco a poco perdí mi fe en todo, -te entiendo hijo no siempre es fácil encontrar la respuesta indicada sin antes encontrar muchas erróneas, tomate tu tiempo y poco a poco has que tu fe se restaure y veras que todo mejorara, -eso hare padre muchas gracias, -hasta pronto hijo.
Una vez terminada nuestra charla entendí aún más de lo que pude haber entendido en tantos años, con pocas palabras me dio un libro de sabiduría y en ese mismo momento mientras él se alejaba yo seguía aun inmóvil pero esta vez mirando hacia el frente y accedí por primera vez a arrodillarme, lo que una vez llame humillación ahora se convirtió en mi búsqueda del perdón de Dios, vi entre reflejos como el padre me miraba y entonces cerré mis ojos y lo conseguí, ese día logre lo que en toda mi vida no había logrado, encontré en aquel perdón que el infierno que llevaba dentro de mí se había convertido en un pequeño paraíso, ese día yo, hable con Dios!!