Fraternidad árabe
Mi Enfoque #571, 9 de setiembre, 2015 por David Mandel, enfoque@netvision.net.il
La guerra civil siria no sólo ha causado más de doscientos mil muertos, también ha desplazado de sus hogares a millones de personas que hoy están en campos de refugiados en el Líbano, Jordania y Turquía. Miles de ellos están arriesgando sus vidas tratando de llegar a Europa Occidental donde recibirán asilo. Alemania y Francia han declarado que están dispuestos a recibir a decenas de miles, a pesar de que eso constituye para ellos un peligro demográfico que causará choques culturales y religiosos en el futuro.
La solución ideal para los desplazados sirios sería encontrar refugio en países árabes como Arabia Saudita, los Emiratos Árabes, Kuwait. Geográficamente son cercanos a Siria, y su población comparte con los árabes sirios el mismo origen étnico, religión, idioma, historia y cultura. Uno pensaría que estos países estarían dispuestos a recibir a sus hermanos sirios con los brazos abiertos. El costo no sería problema ya que, debido a su exportación de petróleo, están entre los países más ricos del mundo. Su población es relativamente pequeña y sus territorios son inmensos, especialmente Arabia Saudita, donde 27 millones de personas viven en un territorio de 2,150,000 kilometros2
La realidad es distinta. El sentido de fraternidad y humanidad de esos países árabes es inexistente. Arabia Saudita ha aprobado sólo cuatro aplicaciones de asilo. Kuwait ha aprobado siete. Los Emiratos Árabes Unidos aceptaron nueve. Qatar aprobó uno. Omán y Bahrein rechazaron todos los pedidos.
Un comentarista político de Kuwait explicó el motivo de la negativa de los países árabes a recibir refugiados sirios: "el costo de vida aquí es demasiado alto para los sirios, y es difícil para nosotros asimilar a gente con problemas emocionales y traumas."