El suicidio de Europa
Mi Enfoque #561, 18 de junio, 2015 por David Mandel, enfoque@netvision.net.il
En un momento de su historia Constantinopla fue la ciudad cristiana más grande del mundo con un millón de habitantes. Hoy, llamada Estambul, es la ciudad más poblada de Europa, con 15 millones de habitantes, pero todos ellos, (excepto una minoría de 68,000 cristianos y 22,000 judíos), son musulmanes.
La transformación de la ciudad cristiana Constantinopla en la ciudad musulmana Estambul, es lo que en forma gradual está ocurriendo hoy en todas las grandes ciudades europeas, donde, hasta hace algunas décadas, la población musulmana era casi inexistente. Ámsterdam hoy es 20% musulmana. Berlín es 9%, Bruselas es 25%, Londres es 13%, Manchester es 16%, Marsella, (la cuna del himno francés "La Marsellesa") es 35% musulmán. París es 15%. Rótterdam es 25%. Estocolmo es 20%.
El aumento de la población musulmana se debe a dos factores: una inmigración descontrolada y un alto índice de fertilidad de las mujeres inmigrantes. El problema es que gran porcentaje de estos inmigrantes rehúsan adoptar la cultura y los valores de los países que generosamente les han abierto las puertas, sino que quieren imponer su cultura y sus valores.
El multiculturalismo que hoy impera en Europa exige tolerancia para los musulmanes que insisten en la mutilación genital de las mujeres, que son homófobos, que justifican el asesinato cuando es para limpiar "el honor familiar", que no permiten la mínima crítica a su religión. Hoy en Europa quien critica a Mahoma o al Islam es castigado con la pena de muerte, impuesta no por las autoridades gubernamentales, sino por los islámicos.
Los europeos se enorgullecen de su liberalismo, cuando la realidad es que su actitud constituye apaciguamiento, entreguismo y suicidio político y cultural.
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