El éxito de los palestinos
No perviertas la justicia, ni seas parcial a favor del pobre o del rico, y juzga a todos con justicia (Levítico 19:15).
El versículo bíblico que va arriba es una advertencia contra la tendencia muy humana de favorecer automáticamente en cualquier conflicto al lado considerado más débil, tenga este o no la razón.
Los palestinos han aprovechado magistralmente esa característica para ganarse la simpatía incondicional de los bleeding-heart liberals ("liberales de gran corazón") y el apoyo de la ultra-izquierda. Han conseguido convencer a los medios internacionales de comunicación, a los organismos de las Naciones Unidas, a políticos en muchos países, a lideres religiosos de la mayoría de las iglesias cristianas y a los activistas en pro de los derechos humanos, de que ellos, los palestinos, son las las más grandes víctimas del universo, perseguidos y oprimidos por una cruel y brutal potencia imperialista y colonialista que los ha despojado de su tierra, y les ha causado sufrimientos que exceden a los de cualquier otra sufriente minoría en el planeta.
El éxito palestino se refleja en la convicción, compartida por muchos, de que los palestinos son víctimas inocentes e indefensas de la opresión israelí. Si uno lee sólo el New York Time, el Guardian o El País, o si uno sólo ve la CNN o la BBC de Londres, es inevitable que llegue a la conclusión de que no existe el terror palestino. No existe la glorificación palestina de los terroristas. Ningún palestino jamás ha hecho daño a otros palestinos y mucho menos a los israelíes. Y, last but not least, Israel es el pais más malvado del mundo y los israelíes son la reencarnación de los nazis.
En la narrativa palestina no hay mención de que los árabes rechazaron el Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947; que durante los 18 años (1949 a 1967) que Egipto controló Gaza y Jordania anexó Judea y Samaria, los palestinos nunca exigieron ser independientes; que Arafat rechazó en julio del 2000 la oferta del Primer Ministro de Ehud Barak en la cual Israel aceptaba el 97% de sus demandas; que Mahmoud Abbas rechazó en el año 2008 la oferta del Primer Ministro Ehud Olmert aceptando prácticamente todas las demandas palestinas incluyendo la división de Jerusalén.
Es lamentable para los palestinos que su éxito en crear una imagen distorsionada de la realidad, es en verdad su fracaso. Mientras que los palestinos sigan ilusionados con el objetivo de destruir Israel, de negarse a reconocer el Estado judío, y continúen convencidos de que son víctimas inocentes que carecen de toda responsabilidad por su situación, nunca se logrará una solución pacifica al conflicto israelí-palestino.
Mi Enfoque #627, Febrero 17, 2017 por David Mandel
No perviertas la justicia, ni seas parcial a favor del pobre o del rico, y juzga a todos con justicia (Levítico 19:15).
El versículo bíblico que va arriba es una advertencia contra la tendencia muy humana de favorecer automáticamente en cualquier conflicto al lado considerado más débil, tenga este o no la razón.
Los palestinos han aprovechado magistralmente esa característica para ganarse la simpatía incondicional de los bleeding-heart liberals ("liberales de gran corazón") y el apoyo de la ultra-izquierda. Han conseguido convencer a los medios internacionales de comunicación, a los organismos de las Naciones Unidas, a políticos en muchos países, a lideres religiosos de la mayoría de las iglesias cristianas y a los activistas en pro de los derechos humanos, de que ellos, los palestinos, son las las más grandes víctimas del universo, perseguidos y oprimidos por una cruel y brutal potencia imperialista y colonialista que los ha despojado de su tierra, y les ha causado sufrimientos que exceden a los de cualquier otra sufriente minoría en el planeta.
El éxito palestino se refleja en la convicción, compartida por muchos, de que los palestinos son víctimas inocentes e indefensas de la opresión israelí. Si uno lee sólo el New York Time, el Guardian o El País, o si uno sólo ve la CNN o la BBC de Londres, es inevitable que llegue a la conclusión de que no existe el terror palestino. No existe la glorificación palestina de los terroristas. Ningún palestino jamás ha hecho daño a otros palestinos y mucho menos a los israelíes. Y, last but not least, Israel es el pais más malvado del mundo y los israelíes son la reencarnación de los nazis.
En la narrativa palestina no hay mención de que los árabes rechazaron el Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947; que durante los 18 años (1949 a 1967) que Egipto controló Gaza y Jordania anexó Judea y Samaria, los palestinos nunca exigieron ser independientes; que Arafat rechazó en julio del 2000 la oferta del Primer Ministro de Ehud Barak en la cual Israel aceptaba el 97% de sus demandas; que Mahmoud Abbas rechazó en el año 2008 la oferta del Primer Ministro Ehud Olmert aceptando prácticamente todas las demandas palestinas incluyendo la división de Jerusalén.
Es lamentable para los palestinos que su éxito en crear una imagen distorsionada de la realidad, es en verdad su fracaso. Mientras que los palestinos sigan ilusionados con el objetivo de destruir Israel, de negarse a reconocer el Estado judío, y continúen convencidos de que son víctimas inocentes que carecen de toda responsabilidad por su situación, nunca se logrará una solución pacifica al conflicto israelí-palestino.
Mi Enfoque #627, Febrero 17, 2017 por David Mandel