El atroz atentado en Paris

Hace 11 meses, el 7 de enero del 2015, terroristas islámicos en Paris asesinaron a once caricaturistas de la revista satírica Charlie Hebdo. Dos días después un terrorista islámico mató a cuatro personas de religion judía en el súper mercado Hyper Cacher.

Muchos atribuyeron el asesinato de los caricaturistas a que estos habían dibujado caricaturas irreverentes de Mahoma, y justificaron su muerte pensando para sus adentros, "Si los caricaturistas hubiesen tenido respeto a las convicciones religiosas islámicas no les habría pasado eso."

Muchos atribuyeron el asesinato de cuatro judíos en el súper mercado a retribución contra Israel por el conflicto israelí-palestino, y justificaron su muerte pensando para sus adentros, "Si Israel se hubiese retirado de los territorios ocupados", o, expresándolo en forma mas extrema, "Si Israel no hubiese sido creado", esos cuatro aun estarían con vida.

Ayer el objetivo de los terroristas asesinos no fueron caricaturistas ni judíos. El objetivo, al matar a 120 personas y herir a 200 en una sala de conciertos donde una banda americana tocaba ante un público de cientos de espectadores, fue atacar la civilización Occidental. No es coincidencia que los terroristas escogieron una sala de conciertos para llevar a cabo su atrocidad. No fue solamente una masacre sino una demostración del odio que los islámicos fanáticos tienen a la cultura Occidental.

Es tiempo de que el mundo, especialmente los europeos, se den cuenta que estamos en una Tercera Guerra Mundial amenazados por fanáticos que quieren imponer su religión y dominar el mundo. Las atrocidades no son eventos aislados. La bomba en el avión ruso que explosiono sobre el Sinai, la masacre en el teatro de Paris, y también los acuchillamientos, balazos y atropellos con vehículos en Israel son todas expresiones de la guerra que el islamismo fanático y retrogrado ha declarado contra el Occidente.

Ya es hora de que el mundo Occidental abra los ojos, y se de cuenta de quien es su enemigo y quien esta a su lado en esta guerra que enfrenta la Civilización del Siglo 7 contra la Civilización del Siglo 21.
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Hay terroristas buenos y hay terroristas malos
Mi Enfoque #577, 18 de noviembre, 2015 por David Mandel,

Los terroristas que mataron en enero del 2015 a los caricaturistas de Charlie Hebdo y mataron o hirieron a cientos de parisinos la semana pasada son, por consenso unánime, "terroristas malos."

Los terroristas palestinos que a diario acuchillan israelíes, tiran bombas incendiarias y atropellan deliberadamente con sus vehículos son, según los describen CNN, BBC, New York Times, El País, The Guardian, etc., "terroristas buenos", cuyos motivos se entienden y se justifican.

Israel, cuando bombardea las instalaciones de cohetes de Gaza en retribución por disparos de cohetes a pueblos israelíes, actúa "desproporcionalmente". Francia, en retribución a la masacre de París, bombardeó masivamente Raqqa, la capital de facto de ISIS, y nadie comentó sobre la "proporcionalidad".

El Presidente Hollande de Francia declaró que "Francia actuará sin piedad contra los terroristas" y todos lo aplaudieron. Líbrenos Dios de que Netanyahu diga algo similar contra Hamás. Inmediatamente lo acusarían de genocida sediento de sangre.

El Primer Ministro Menajem Begin ordenó destruir las instalaciones nucleares de Irak en junio de 1981. El mundo, incluido el Presidente Reagan, lo criticó y condenó. Hoy, si existirían esas instalaciones nucleares, estarían en manos de ISIS. El mundo debería agradecer a Begin que una organización islámica fanática hoy tiene solamente ametralladoras y granadas y no bombas atómicas.
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