Discípulo etimológicamente significa "el que aprende", sólo aprende quien se atreve a construir su propio proyecto, alguien que se siente capaz de trascender el mandato del otro, de arrojarse a la existencia desde su propio proyecto, el que es digno de la rebeldía de su "yo". No como un "yo" egotista y egocéntrico, más bien como un "yo" que se afirma y se sostiene en su ser irreemplazable y único...