"Dechado de virtudes"
"Dechado de virtudes"
Así como del latín "pectus" se pasó a "pecho" o del "lactus" a "leche", de "dictatum" de pasó a "dechado". En sus orígenes un dictado era justamente aquello que se ordenaba, se recomendaba, se aconsejaba. Con el tiempo los "dechados" fueron aquellos primores que las virtuosas damitas realizaban en el casto y moral hogar ya fueran tejidos, bordados o manualidades varias que eran exhibidas, mostradas y motivo de ufana alegría de sus autoras ante los elogios de las visitas. El término fue adquiriendo el sentido de "muestra" y de ahí "ejemplo". Hoy, a quien es muestra o ejemplo de cosas buenas, talentos varios y gracias muchas le decimos que es un dechado de virtudes.
A.R.