"Cuando estemos en el templo, / arrodillados, obraremos / cual devotos, a la manera / de aquellos que, para rapar a Dios, / humildemente se inclinan / en el rincón más secreto de la iglesia. / Pero cuando estemos en la cama, / entrelazados, obraremos / cual lascivos, a la manera / de los amantes que libremente / y retozando / practican caricias sin cuento"