Los fuegos artificiales confunden y aturden severamente a nuestros
perros y gatos, así como también a las aves y murciélagos.
Provocan en ellos palpitaciones, taquicardia, temblores, náuseas,
jadeo y salivación excesivos, terror, desorientación y falta de aire.
Estos síntomas llevan a que muchos animales huyan de sus casas y al
llegar a la calle sólo encuentren más ruido, por lo que corren sin
parar y sin rumbo hasta que se pierden, quedando expuestos a
accidentes.
Que en tu vida no tengas que pasar por algo semejante!