CARTA DE MARIA ISABEL CALDERA DE URBINA. ESPOSA DEL AUTOR MATERIAL DEL ASESINATO DELGADO CHALBAUD
de Jose Rafael Garcia Garcia, el Lunes, 23 de mayo de 2011 a las 7:23
CARTA DE MARIA DE URBINA. ESPOSA DE RAFAEL SIMÓN URBINA JEFE DE LOS AUTORES MATERIALES DEL ASESINATO DEL PRESIDENTE CARLOS DELGADO CHALBAUD.
El 1º de enero, un dìa antes de acudir al tribunal Maria Isabel Caldera de Urbina envía otra carta. La leyó ella misma antes de comenzar su declaración:
Comprendo que el país ha perdido uno de sus más dignos representantes y soy la primera en reconocer que el delito debe investigarse hasta llegar a la raíz de los hechos. Siempre le manifesté al señor Maldonado Parill (jefe de la seguridad nacional) que estaba completamente dispuesta a no omitir detalle que pudiera facilitar toda indagaciòn, pero nunca creí que se me trataría en la forma tan inusta y cruel, separándome de mis pequeños, causàndoles el mayor sufrimiento moral que puedan tener los niños a su temprana edad. No puedo creer qeu se justa pasar los ultimos dos meses de mi embarazo pasando hambre y calamidades; pero así ha sido y aqui estoy ya en los ùltimos días, suplicando me mandena mi casa en la forma que crean conveniente, pero junto a mis hijos y mi familia, para esperar al último niño que llegará de un momento a otro.Después que nazca mi hijo, ustedes dispondràn de lo que crean justo.
Muchos de ustedes conocieron, al menos por actuaciones, a mi esposo. Comprenderán que mi hogar con el por casi 18 años, necesitò de muchos sacrificios por el bien de los hijos; pero mi sacrificio fue en vano: cuando yo menos pensaba, cuando estábamos en mejores condiciones de vida, cuando ya tenía sus hijos grandes, destruyó en pocas horas nuestro hogar y todas las ilusiones y esperanzas que uno tiene con los hijos. Ya había conseguido de èl que no se mezclara en política, pues le hacía ver siempre que por su caràcter no servía para eso. Cuando gobernaba Acciòn Democrática todos me culpaban a mí de la frialdad revolucionaria de mi esposo, y ya ustedes ven lo que es el destino. Tengo bajo mi responsabilidad diez hijos, casi todos varones y en la edad que más necesitan de su padre; necesito urgentemente que estos niños no pierdan el año escolar, porque esto significaría para mì el primer fracaso con ellos. El mayor de los varones, que acaba de cumplir sus 15 años, y estaba en el Liceo Andrés Bello, haciendo el preuniversitario para empezar sus estudios de abogado, ahora está en la carcel.
Que Dios bendiga vuestros hogares y los colme de felicidad, son los mejores deseos de esta humilde servidora.