Ruega por nosotros señora aparecida, fantasma sacro, subdeidad femenina, aboga por nosotros mentira venerable, somos tus hijos, los pobres, la gente menuda, los ignorantes, los analfabetas e idólatras no por convicción sino por falta de pasión, somos tus hijos, herederos de los "macehuales" víctimas de la lucha entre jesuitas y franciscanos, clientes cautivos de la franquicia, incondicionales a tus pies aunque virtuales, humildes a fuerza de evangelio y curas, pobres porque ricos seremos en la otra vida, siervos de la estulticia aderezada con superstición. Ruega por nosotros nuestra santa madre y hoy en tu día te celebraré de la mejor forma haciendo gala de todo lo que me liga con lo más primitivo de mi evolución. Amén.