El Parto de los montes
Flotilla "humanitaria" para Gaza

Mi Enfoque #563, 2 de julio, 2015 por David Mandel, enfoque@netvision.net.il

Una de las más conocidas fábulas de Esopo (siglo VI A.E.C.) es "El parto de los montes." La fábula, muy breve, relata como los montes dan impresionantes muestras de estar a punto de dar a luz, infundiendo pánico a quienes los escuchan, para finalmente producir sólo un pequeño ratón.

Una flotilla de cuatro naves, con cincuenta personas a bordo, navegó la semana pasada de Europa a Gaza con la intención de desafiar el bloqueo impuesto por Israel. Entre los pasajeros estaban Moncef Marzouki, ex presidente de Túnez, Ana Miranda, del Parlamento Europeo, Basel Ghattas, parlamentario árabe-israelí y Dror Feiler un ex israelí que en el año 2004 honró con una exhibición, llamada "Blanca Nieves", a la terrorista suicida Hanadi Jaradat que en octubre del 2003 se voló a si misma en el restaurante Maxim de Haifa, matando a 21 personas, árabes y judíos, e hiriendo a 51.

El bloqueo israelí es considerado legal por las Naciones Unidas. Su propósito es evitar el ingreso de armas y armamentos que la organización terrorista islámica Hamás usaría para matar civiles israelíes.

El objetivo de la flotilla, según sus participantes, era traer a Gaza una carga de paneles solares para "aliviar el serio problema de electricidad de Gaza" y equipo médico. La flotilla fue interceptada por la marina de Israel que llevó la nave principal, "Marianne", al puerto de Ashdod, cercano a Gaza, con el propósito de transferir la "carga humanitaria" de allí a Gaza. Los otros tres barcos dieron la media vuelta y regresaron a Europa.

En Ashdod se bajó del cargo la "carga humanitaria" que traían los "idealistas". Consistía en dos cajas de cartón, una de ellas contenía un solo panel solar (repito para quien piense que esto es una errata: un solo panel solar). La otra caja de cartón, más pequeña, era el "equipo médico": un deshumedecedor, uno solo. Ese fue el total de la carga humanitaria. Los estibadores no pudieron controlar primero su sorpresa y luego su risa. Los "idealistas" fueron llevados al aeropuerto de Ben Gurión y enviados de regreso a Europa.

Las dos cajas de cartón fueron enviadas a Gaza en uno de los 800 camiones que diariamente envía Israel a Gaza con suministros, parte de un total de un millón seiscientas mil toneladas anuales, equivalente a una tonelada por cada habitante de Gaza. Dicho en otra forma, se necesitarían 500,000 naves como "Marianne", cargadas al tope, para llevar a Gaza una cantidad equivalente a lo que Israel envía.

El propósito de los "idealistas" no era ayudar a la población de Gaza sino dar apoyo publicitario y político a Hamás, la organización cuya constitución expresa su propósito de exterminar a Israel y a los judíos. Los "idealistas" sabían muy bien que Israel no les permitiría llegar a Gaza, pero consideraban que la publicidad en los medios de comunicación contribuiría a delegitimizar a Israel. Para mala suerte de ellos, su navegación coincidió con espantosos actos de terrorismo islámico en varios países del mundo, incluyendo degollar a un hombre en Francia y ametrallar a turistas británicos en Túnez), que acapararon los titulares de los periódicos.

Es una ironía y una vergüenza que Moncef Marzouki, presidente de Túnez desde el 2011 hasta fines del 2014, estaba tomando parte en una acción a favor de una organización terrorista genocida en momentos cuando decenas de turistas inocentes eran masacrados en Túnez por un fanático terrorista islámico.